CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN TRADUCTOR JURADO
En la sociedad globalizada en la que vivimos, la traducción jurada se ha convertido en un trámite necesario en muchos de los procesos que atañen nuestra vida cotidiana, tanto en lo que concierne la educación, como el trabajo y el ámbito personal. El hecho es que, en la realidad, los traductores jurados se encuentran muchas veces relegados a la sombra, en un plano inexistente o poco apreciable. Sin embargo, esta figura posee una gran importancia en todas y cada una de las transacciones que usted deba realizar con un aspecto internacional. Antes de contratar unos servicios de traducción, debe prestar atención a que su proveedor de servicios presente unas características propias a los traductores jurados que los convierten en grandes maestros de su arte. Por lo tanto, en la publicación de hoy, abordaremos las características de un buen traductor jurado.
Meticulosidad
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de dilucidar si un traductor jurado es un experto en su campo es la meticulosidad en su trabajo. Un buen traductor no se ciñe a trasladar las palabras de un idioma a otro, sino que realiza un trabajo de mediación intercultural en el que tiene en cuenta todos y cada uno de los aspectos culturales presentes en el texto para descifrar dicho enigma a un público, a menudo, con una cultura e idioma totalmente diferentes. A un buen traductor no se le pasa por alto una cifra, un dato, un matiz… La meticulosidad es, en definitiva, una de las virtudes de un buen traductor jurado.
Comunicación
La comunicación también forma parte de las características que hacen a un buen traductor. Ya sea con el cliente o con otros profesionales de la traducción jurada, el traductor debe mantener una línea abierta de comunicación con todos ellos. La redacción de los documentos oficiales no suele ni puede ser perfecta. Detrás hay siempre un ser humano y errare humanum est, como dicta la expresión latina. Por ello, los traductores jurados deben indicar la presencia de erratas en el documento original al cliente y, de esta manera, subsanarlas si fuese necesario o posible.
Sentido común
No obstante, si hay una característica que reina sobre las demás y que diferencia a un excelente traductor jurado es el sentido común. Parece banal hablar de sentido común, pero es una carencia que llama la atención en las sociedades actuales. Un traductor con sentido común resolverá cada minúsculo problema y dificultad de traducción, así como superará cualquier obstáculo que se le ponga por delante.
Lo que está claro es que la figura del traductor jurado es sin duda necesaria en el mundo globalizado en el que vivimos. No descuide la traducción de sus documentos oficiales, puesto que la correcta selección de un buen traductor jurado es imprescindible para realizar cualquier transacción a nivel internacional.
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