TRADUCTOR INGLÉS Y DILEMAS ÉTICOS
El papel que juega el traductor inglés va mucho más allá de traducir desde una lengua hacia otra. Traducir consiste en tender puentes y hacer posible la comunicación entre todas las personas, independientemente de la lengua que hablen. Sin los traductores no tendríamos literatura universal, ni congresos internacionales, viviríamos en una burbuja monolingüe. Sin embargo, son muchas las diferencias existentes entre una cultura y otra, siendo este uno de los principales obstáculos que todo traductor debe sortear. En muchas ocasiones, el traductor se enfrenta a dilemas éticos, ¿cómo debería traducirse esto para evitar ofender a los receptores de dicha traducción? En el post de hoy nos vamos a centrar en el papel del traductor inglés y dilemas éticos, centrándonos especialmente en la dificultad de traducir e interpretar para un presidente de Gobierno, como es el caso de Donald Trump.
A día de hoy se cumplen 4 años de presidencia de Donald Trump. Durante este tiempo, Trump ha sido capaz de redefinir la presidencia de Estados Unidos en muchos sentidos, y una de ellas ha sido a través del lenguaje, tal y como afirma Álex Segura. Trump es mundialmente conocido por hacer uso de un léxico básico, de palabras vulgares o polémicas, y de discursos que carecen de coherencia. Y es aquí, donde viene la duda. ¿Hasta que punto es coherente traducir de manera literal lo que Trump expone? El traductor inglés y dilemas éticos entran en juego.
– Traducción de palabras vulgares
Quizás una de las cosas mas difíciles de traducir de un idioma a otra son las palabras vulgares dado que en cada país el componente cultural tiene un gran peso. Donald Trump no se corta a la hora de utilizar este tipo de palabras. Un ejemplo lo encontramos en la siguiente expresión “shithole countries”, utilizada por Trump para referirse a varios países de África
(https://edition.cnn.com/2018/01/11/politics/immigrants-shithole-countries-trump/index.html).
Esta expresión supuso un gran debate a la hora de traducirla, implicando a decenas de servicios lingüísticos en la BBC. El dilema ético era: ¿se debería traducir “shithole countries” usando una traducción literal (“países de agujero de mierda”); intentar suavizar un poco la expresión (“países inmundos”); o usar términos equivalentes (“países mierderos”)? Al final se optó por una traducción más literal del término en el caso de España. Sin embargo, no fue así para los países asiáticos, ya que allí no está bien visto hacer uso de términos vulgares, y se optó por una traducción más suavizada.
– Incoherencias gramaticales
Lo mismo ocurre con las incongruencias que Donald Trump expone durante sus discursos, tales como incorrecciones gramaticales o el uso de palabras elementales sin importancia alguna. Por tanto, ¿es necesario corregir estos errores al traducir a la lengua meta? Otro de los dilemas éticos del traductor inglés. La solución suele ser optar por el parafraseo en lugar de traducir de manera literal.
El traductor inglés y dilemas éticos constituyen un obstáculo importante a la hora de traducir. Al final los traductores tienen que tener en cuenta que es esencial poder mostrar la intención y el tono del mensaje más allá de la forma de expresarlo.
Espero que este post de “Traductor inglés y dilemas éticos” haya sido de vuestro interés. Para obtener más información consulte Traductores Jurados iTrad