CÓMO LLEVAR A CABO UN GRAN PROYECTO DE TRADUCCIÓN

CÓMO LLEVAR A CABO UN GRAN PROYECTO DE TRADUCCIÓN

CÓMO LLEVAR A CABO UN GRAN PROYECTO DE TRADUCCIÓN

Los grandes proyectos de traducción representan, sin lugar a dudas, un gran reto al que las pequeñas y medianas empresas de traducción hacen frente. Meterse de lleno en un tema específico y construir un producto íntegro y trabajoso es, no obstante, un placer que nos emociona y nos convierte en verdaderos autores, aunque relegados a la sombra. Pese a su complejidad, una buena organización y procedimiento son claves para la realización de proyectos de gran tamaño, como pueden ser obras literarias, escrituras complejas y largas, proyectos provenientes de licitaciones públicas, etc. Por ello, en la publicación de hoy, analizamos cómo llevar a cabo un gran proyecto de traducción.

Primeros pasos

Antes de tomar la decisión de aceptar un proyecto de tal calibre, es necesario analizar de qué capital humano se dispone, es decir, si la empresa dispone de suficientes traductores, editor y revisor disponibles, así como la capacidad de la empresa para aceptar dicho encargo. De la misma manera, se debe pensar en la posibilidad de compaginar dicho proyecto con otros de gran tamaño o el trabajo habitual de la empresa. Por último, el formato del documento original debe ser apto antes de empezar a trabajar con él.

Preparación

Antes de ponerse manos a la obra en un proyecto de este tamaño, es importante que exista una comunicación óptima en las partes del proceso. Por lo tanto, antes que nada, se debe asegurar una comunicación constante y cercana entre los diferentes eslabones de la traducción. De la misma manera, se debe adjudicar a aquellos traductores, revisores o editores, que más experiencia tengan en el ámbito tratado o quien pueda realizar un trabajo de mayor calidad en el proyecto en cuestión.

Organización

Cuando los traductores nos enfrentamos a grandes proyectos de traducción, es crucial crear un calendario de plazos mediante el establecimiento de objetivos concretos en diferentes momentos. De la misma manera, se puede concretar las palabras que se traducirán al día para así llevar un seguimiento más exhaustivo de todo el proceso. Por último, se debería en una situación ideal contar con pocos traductores y un revisor/editor, con el fin de agilizar la realización del proyecto y garantizar la uniformidad del estilo presente en el producto final. Estas son las bases de la organización de un proyecto como tal, sin olvidar la importancia de poseer márgenes suficientes para solucionar eventuales problemas.

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