LA OFICINA DEL TRADUCTOR

LA OFICINA DEL TRADUCTOR

LA OFICINA DEL TRADUCTOR

En este artículo vamos a describirles la oficina del traductor. La espacio de trabajo del traductor es un elemento invisible en las traducciones pero que tiene gran influencia en el resultado de estas. Pero, ¿por qué?

¿Cómo influye el lugar de trabajo del traductor en sus traducciones?

El lugar de trabajo del traductor influye indirectamente a las traducciones, es decir, la oficina influye al traductor que lo refleja en el resultado de su traducción.

La espacio de trabajo del traductor cuenta con un mínimo de elementos. En primer lugar, la mesa de trabajo; en segundo lugar, la silla de trabajo; y en tercer lugar, el ordenador. Invertir en estos tres elementos es crucial para que tus traducciones presuman de una calidad excepcional. Además de estos elementos, el despacho del traductor también puede contar con una impresora o con algún que otro diccionario entre otros pluses que doten de personalidad a la oficina y sirvan de inspiración al traductor.

¿Cómo ha de ser la oficina del traductor?

Como he mencionado anteriormente, hay un mínimo de elementos con los que una oficina ha de contar. Pero, ¿cómo elegimos estos elementos para que tengan consecuencias positivas en nuestras traducciones?

Según un estudio de la Universidad de Jaén sobre Ergonomía de la oficina, estos son los elementos que debe tener la oficina del traductor:

  • El escritorio ha de ser amplio y el ordenador debe ocupar la posición principal frente a ti. Debe de quedar espacio suficiente a ambos lados del ordenador para poder poner documentos o para recibir a los clientes ocasionalmente.
  • La pantalla ha de estar a una distancia adecuada del traductor, es decir, a unos 40 cm. Asimismo, se recomienda que en las alas de la mesa quede espacio para poder apoyar las muñecas y los antebrazos. Si no es posible ponerlo justo al frente, se recomienda colocarlo a un lado siempre y cuando su posición no obligue a realizar giros del tronco o del cuello para poder utilizarlo.
  • El asiento debe ser cómodo. La altura de este deberá regularse teniendo en cuenta que se pueda trabajar cómodo y sin necesidad de levantar los hombros. Asimismo, la espalda debe estar apoyada firmemente en el respaldo.
  • También es recomendable contar con un reposapiés bajo el escritorio. Por último, el tema de los accesorios. Estos deben colocarse de manera ordenada impidiendo la contaminación visual del traductor o la sobrecarga de elementos para evitar el estrés e invocar calma e inspiración.

Con estas características, tus traducciones gozarán de una calidad excepcional, resultado de un trabajo agradable, tranquilo y lleno de inspiración.

Esperamos que te haya gustado nuestro artículo sobre la oficina del traductor. Para más información, visite nuestra página web.

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